Luis Antón del Olmet: una muerte de best-seller

mar 23, 2025

Ni Luis Antón del Olmet ni Alfonso Vidal y Planas escribían novela negra.
Los dos eran periodistas y autores de novelas y obras de teatro. A veces, de tramas eróticas, ¡los superventas de principios del XX!, y también de tramas de burdel, que los dos conocían bien.

Pero lo curioso es que, aunque no escribieran true crime, acabaron en ello. ¡Porque lo vivieron! Fueron los protagonistas de uno de los crímenes más sonados de su época. Y ahora los traemos a la actualidad en el E2 de Crímenes. El musical.

Del capítulo titulado Drama en el Teatro Eslava.

En este episodio hablamos de ellos para retratar cómo era la vida allá por los años 20 del siglo XX. Entonces, el concepto del honor era arma asesina. La gente mataba, literalmente, por cuestiones de honor y eso lo vemos, en detalle, en esta tragedia real que ocurrió en 1923.

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Y vemos un poquito también cómo era la vida de la bohemia. Así se llamaban a ellos mismos. Vemos que vivir de escribir siempre ha sido una agonía y nos adentramos en ese mundo de la literatura, los cigarrillos, el alcohol y el burdel.

Olmet lo conocía tan bien que escribió obras con títulos como este tan descriptivo: Espejo de los humildes. Historias de asesinos, tahúres, daifas, borrachos, neuróticas y poetas zurcidas para estímulo de probos y castigo de bellacos (1913).

O este, que pinta tan bien lo que hacen muchas veces los que están al mando: Política de fandango y gobierno de castañuelas (1914).

Aquí puedes ver la tristeza y la conmoción que supuso la muerte de Luis Antón del Olmet. Y coincidió con la visita de Einstein a Madrid. ¡Qué menudo descojone fue en los periódicos! Como nadie entendía nada de lo que decía, la prensa se llenó de chistes y crónicas que se iban por peteneras (si te interesa este tema, escríbeme, y te lo cuento en otra carta).

Aquí unas huellas de Luis Antón del Olmet

A veces parece que estas personas son cuentos. Que no existieron nunca. Que son meras ideas. Pero eso es solo una limitación de nuestra mente presentista.

Y para evitarlo, para no olvidarme de que existieron en la realidad, y de que fueron tan mundanos como tú y como yo, cuando escribo sobre ellos, siempre busco algo táctil.

Algo que puedo tocar.
Algo que es un puente que desafía al tiempo.
De Olmet tengo este libro que fue suyo.
Que tuvo en sus manos.
Que se lo dedicaron.

Algún día de 1919, Carmen de Burgos, la escritora más relevante de nuestra historia (por todo lo que hizo por los derechos humanos), le dedicó este libro a Luis Antón del Olmet. Ese momento está a la vista en este libro y esta página es el tacto de ese instante.

«De vuelta también está el despiporre sonoro de Crímenes. El musical, de El Extraordinario. Me hace gracia este podcast porque lo visualizo como si entrara en casa de una abuelita aficionada a mil hobbies y con las estanterías y mesitas de su salón llenas de figuritas, las paredes abarrotadas de cuadros, los sofás con cojines de veinte tapicerías». Ana Ribera, Sonograma

Aún estás a tiempo de participar en el concurso Museo Criminal y ganar unas #BragasCriminales. Puedes responder a la pregunta del E2 hasta las 11.59 del próximo lunes, 24 de marzo.

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