Vamos en picado hacia un mundo literal. Un mundo que no sabe lidiar con la ironía, el doble sentido y la socarronería, ¡con lo artísticos que son!
¡Ups! ¡Mira! No me ha dado tiempo ni a escribir tres frases y ya la hemos liao. He escrito lidiar y alguien habrá por ahí que diga que eso es maltrato animal.
Pues no.
Una cosa son las palabras, las figuras literarias, el juego y el humor, y otra cosa, ¡muy distinta!, son los hechos, el abuso y la violencia.
En el lenguaje se ha impuesto una cultura del terror y ahora muchos nos cagamos de miedo antes de hacer un chiste. Pero es que resulta que el humor es una razón para vivir. Para mí, lo es. Mucho más que el honor, la reputación y esos perendengues.
Pero es que, además, el humor es terapéutico. Hay pesares que, ¡maldita sea su estampa!, no hay forma de que te salgan del cuerpo. Y cuando eso pasa… no hay otra que tu actitud.
El humor nos rescata en las situaciones más duras. Y si no, a ver por qué se cuentan tantos chistes en los bares de los tanatorios.
El humor es una válvula de escape. Desfogamos con la risa. Y es una técnica que ha utilizado el psicólogo Paco Duque durante toda su carrera, en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, para ayudar a miles de pacientes con los traumas más terribles que podamos imaginar.
De eso va el E5 de La Fucking Condición Humana. De cómo aliviar un trauma con el mejor fármaco y la mejor terapia: el humor.
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Salud y (mucho) humor,
Mar
Totalmente de acuerdo. Lo políticamente correcto, a la hora de hablar o escribir. Una buena mordaza que han conseguido imponernos. Al hablar una misma se autocensura. A mi el humor y la ironía, siempre me ha servido para enfrentarme a determinadas situaciones.